lunes, 16 de noviembre de 2015

Universitarios emprenden con impresiones en 3-D


ACCESIBLE

La clonación de laboratorios a través de impresoras 3-D permitiría el acceso a materiales más baratos.

Con una oferta de costos abaratados, materiales accesibles y diseños propios, las impresiones 3-D acaparan la atención en varias áreas de la ciencia en Sucre. La necesidad de contar con piezas específicas para desarrollar proyectos en electrónica llevó a universitarios de la San Francisco Xavier a adquirir su propio equipo y hoy en día, proveer, aunque en una escala reducida, de materiales a los apasionados en el área.

Tras las victorias de equipos chuquisaqueños en la reciente versión de la Olimpiada Científica Plurinacional, se consultó mucho sobre la formación de los colegiales y su motivación, pero además de la capacitación, el acceso a materiales para el desarrollo de robots es una brecha que hasta hace poco parecía sometida al aprovisionamiento desde otros departamentos o países, pero ahora, ya no.

Desde su aparición, las impresoras 3-D cautivan al mundo de la ciencia que las usa en el área de la salud, la educación y también en la electrónica, es así que un equipo de tres universitarios, ahora parte de los primeros egresados de la Carrera de Ingeniería Electrónica, Andrés Rodríguez, Jorge Santillán y Carlos Huayta, decidieron comprarse una impresora 3-D que les permita acceder a los materiales que deseen para sus proyectos.

Los tres ofrecieron clases particulares a compañeros de otros cursos para recaudar el dinero suficiente y ahora tienen su impresora capaz de imprimir un cubo de 15x15 como máximo.

Valuada en Bs 8.000 no es una impresora de gran detalle pero es suficiente para poder realizar con ella engranajes a medida, chasis para robots y soportes a medida, explica Andrés Rodríguez.

Ahora, el equipo de trabajo se amplió y los estudiantes José Padilla, Roberto Vizcarra y Julio Gamarra son parte del grupo que debido a su destacado desempeño en el apoyo a los competidores en la Olimpiada Científica, son solicitados para dar cursos en otras ciudades, especialmente del oriente.

Aunque por ahora realizan trabajos a pedido y no suelen cobrar mucho, esperan ahorrar lo suficiente para comprarse otras impresoras más y crear su propia empresa.

Por ahora, han realizado un prototipo de laboratorio de física que en realidad es una clonación de todo lo que tiene un laboratorio valuado hasta en $us 14.000 dólares.

“Un laboratorio en la Facultad llega a costar unos 14.000 dólares y nosotros lo hemos clonado en unos 1.000 bolivianos”, comenta Rodríguez al indicar que a futuro esperan crear materiales precisos que permitan elaborar en masa varios laboratorios a bajo costo de manera que sean accesibles para los colegios.

Por ahora, es un proyecto lleno de muchas ideas pero que esperan que con el incentivo adecuado se convierta en una empresa grande que permita dotar de materiales económicamente accesibles a todos los interesados en el área de la mecánica y la electrónica.

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